Se presentaron los resultados de la primera prueba nacional tras el cierre de escuelas, que hizo mella sobre todo en lengua. Los chicos de hogares pobres fueron los que más perdieron saber

El Gobierno presentó este martes los resultados de las Pruebas Aprender 2021. Los primeros datos de aprendizaje a nivel nacional tras la pandemia arrojaron una fuerte caída en lengua y un sostenimiento en niveles muy bajos en matemática. Como se preveía, los chicos de hogares pobres fueron los que más sufrieron el cierre de las escuelas.

En concreto, el 44% de los alumnos de sexto grado se ubica en los niveles básicos o por debajo del básico en lengua; 25 puntos porcentuales más que en la última prueba tomada en 2018. Eso quiere decir que los chicos llegan al final de la primaria con severos problemas para comprender un texto.

En matemática, en cambio, si bien se produjo una leve caída, en el Gobierno la consideraron “estadísticamente no significativa”. Sucede que los aprendizajes ya eran muy pobres antes de la pandemia. En 2018, el 42,6% de los alumnos de sexto grado tenía dificultades para hacer operaciones sencillas. En 2021, ese porcentaje escaló al 45,2%.

    Las pruebas Aprender son censales y se toman todos los años en forma alternada entre sexto grado y el último curso de secundaria. En 2021 la participación de los estudiantes, es decir, aquellos que respondieron al menos el 50% de la evaluación, fue del 82,3%. Por el lado de las escuelas, el 93,3% participó.
  • Los resultados, tanto en lengua como en matemática, tienen un nexo evidente con el nivel socioeconómico (NSE) del estudiante. Y la caída en el NSE bajo fue estrepitosa. En lengua, por caso, los chicos en el nivel “por debajo del básico” pasaron del 13,2% en 2018 al 43,1% en 2021.

    El Gobierno no presentó resultados por provincias, pero adelantó que la caída fue similar en todas las jurisdicciones, tanto en aquellas más ricas como pobres. Incluso deslizó que uno de las sorpresas la dio Formosa, que habría logrado números comparativamente mejores.

    Ante la consulta sobre cómo empezar a revertir la crisis de aprendizaje, Perczyk enumeró seis políticas: 1) mejorar las condiciones sociales de los chicos; 2) fortalecer el nivel educativo de la familia, con programas de finalización de la secundaria; 3) más días y horas de clase; 4) entrega de 8.2 millones de libros a los estudiantes; 5) lograr que los chicos ingresen antes al nivel inicial; 6) programa de capacitación docente con una inversión de 3 mil millones de pesos.

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